martes, 19 de diciembre de 2017

19.12.2017 - Santa Misa en 13tv






Palabra de Vida 19/12/17:
«Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista»
Por Rvrdo. Don: Jesús Higueras Esteban




Camino Católico

Publicado el 19 dic. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 19 de diciembre de 2017, martes de la 3ª semana de Adviento, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 1, 5-25:

En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.

Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacía los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».

Zacarías replicó al ángel:

«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».

Respondiendo el ángel le dijo:

«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».

El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.

Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo:

«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:18
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Gabriel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista», el Evangelio de San Lucas hay dos Anunciaciones: la Primera Anunciación es a Zacarías, el marido de Santa Isabel. Y aquél es el Padre de Juan el Bautista y la Segunda Anunciación es la que el mismo Gabriel hace a la Virgen María. Que diferencia tan grande entre las dos, porque en esta primera que vamos a escuchar hoy. Este hombre no cree que Dios pueda intervenir en la historia.

00:43
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Ese hombre no cree que Dios pueda incluso intervenir en la biología. Su mujer era de edad muy avanzada y por tanto biológicamente imposible, que tuviera hijos. Sin embargo para Dios nada imposible y a pesar de que Él no lo cree a pesar de que el duda de ese poder de Dios, sobre todas carne humana. Los Planes de Dios se cumplen, ojalá hubiera dicho que sí, pero al decir que no él queda mudo. Él tiene que guardar silencio, durante nueve meses y en esos nueve meses, de no poder hablar de no poder expresarse, cuanto aprendió Zacarías.

01:15
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Cuanto aprendió de que a pesar de que los hombres nos resistamos, al final triunfa Dios. A veces los Cristianos podemos tener como un cierto pesimismo, respecto a la situación presente que estamos viviendo. Cuánta corrupción, cuanta crisis, cuánta ansiedad, cuanta crispación, cuánta mentira. Como diciendo es que los malos siempre ganan y sin embargo la causa de Dios, que siempre parece como que ésta como en situación de perderse.

01:41
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Al final siempre triunfa y por eso que bonito como en esa Anunciación a pesar de que Zacarías no quiere creer, o no quiere aceptar ese Plan que Dios le propone, ese Plan sucede. Nosotros llenos de la Fe, que Dios nos da. Llenos de la esperanza que es el motor de nuestra vida, que sobre todo también llenos de caridad. Nosotros sí creemos que Dios al final triunfará. Que la victoria no es del mal, que la victoria no es de la muerte, que la victoria nuestra injusticia, sino que la victoria es de Dios.

02:09
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y que Dios al final reinará en el corazón de todos aquellos, hombres de buena voluntad, Cristianos que han querido dar su vida personas buenas. Que han querido acoger el amor aunque tal vez ni siquiera se enteraban que estaban acogiendo el Amor de Dios que Dios triunfará. Y por lo tanto vamos a desechar la tristeza, estos días que vienen son días un poco de nostalgia, de un poco de recordar, a lo mejor momentos pasados que eran más alegres, que da más bonitos.

Las dos Anunciaciones en el Evangelio de San Lucas: «La Primera Anunciación es que Gabriel anuncia el Nacimiento de Juan el Bautista, a Zacarías, el marido de Santa Isabel. Y aquél es el Padre de Juan el Bautista y la Segunda Anunciación es la que el mismo Gabriel hace a la Virgen María.».


02:34
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Gente que lo pasan muy mal, los días de Navidad porque les bien las nostalgias, los recuerdos. Y uno puede caer en esa terrible tentación de la tristeza, decir bueno pues, al final triunfa el mal. Al final triunfa el bien, lo mismo que Zacarías no creyó, pero eso no fue un impedimento. Al final también en cada uno de nosotros se cumplirán los Planes de Dios y ojalá que se cumpla aquello que decimos en la Salve: «Ruega por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo».


Santa Misa del martes de la 3ª semana de Adviento, 19 de diciembre de 2017




Camino Católico

Publicado el 19 dic. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 3ª semana de Adviento, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Inicio de la Santa Misa y Dedicación


00:32
Rvrndo.: Don José Blanco:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amen.

00:38
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

00:48
Rvrdo.: Don José Blanco: - Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 3º Semana de Adviento. Prácticamente ya es inminente la Fiesta del Nacimiento de Cristo. Pues vamos a escuchar la Palabra de Dios. Pues eso, que nos está abriendo al Espíritu del Señor, nos está invitando a abrirnos a ese Dios que nos quiere y que nos ama. Un saludo como siempre también muy cercano y cordial a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 de Televisión se unen a nosotros, en la Celebración Eucarística.

01:34
Rvrdo.: Don José Blanco: - Que ahora en un momento de silencio, pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.

01:52
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Tú qué viniste al mundo
para salvarnos
℟.  Señor, Ten Piedad

℣.  Tú que nos visitas continuamente
con la gracia de tu espíritu
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Tú que vendrás un día
a juzgar nuestras obras
℟.  Señor, Ten Piedad

02:11
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.

02:24
Rvrdo.: Don José Blanco:

Oremos
Oh Dios que has querido revelar
al mundo el resplandor de tu gloria
por el parto de la Virgen Santa

concédenos proclamar con fe
íntegra y celebrar
con piedad sincera
el gran Misterio de la Encarnación

Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos

℟.  Amen.

03:00
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del libro de los jueces 13, 2-7. 24-25a 1ª lectura: El nacimiento de Sansón fue anunciado por el ángel.

03:02
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos.

El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:

«Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, guárdate de beber vino o licor, y no comas nada impuro, pues concebirás y darás a luz un hijo. La navaja no pasará por su cabeza, porque el niño será un nazir de Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos». La mujer dijo al esposo:

«Ha venido a verme un hombre de Dios. Su semblante era como el semblante de un ángel de Dios, muy terrible. No le pregunté de dónde era, ni me dio a conocer su nombre. Me dijo: 'He aquí que concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino o licor, y no comas nada impuro; porque el niño será nazir de Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte'».

La mujer dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. El espíritu del Señor comenzó a agitarlo.


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

04:25
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 70, 3-4a. 5-6ab. 16-17 Que se llene mi boca de tu alabanza y así cantaré tu gloria.

04:26
Lectora de la Primera Lectura:

℣.  Que se llene mi boca
de tu alabanza
y así cantaré tu gloria.

℟.  Que se llene mi boca
de tu alabanza
y así cantaré tu gloria.

℣.  Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña
y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame
de la mano perversa.  ℟.

℣.  Porque tú, Señor,
fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor,
desde mi juventud.
En el vientre materno
ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías.  ℟.

℣.  Contaré tus proezas,
Señor mío,
narraré tu justicia, tuya entera.
Dios mío, me instruiste
desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas.  ℟.

05:25
Lectora de los Salmos:


Aleluya xxx Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Raíz de Jesse que te alzas
como un signo para los pueblos
ven a librarnos no tardes más.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:07
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor


  Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 5-25 Evangelio: Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.

06:18
Rvrdo.: Don José Blanco: - En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.


07:21
Rvrdo.: Don José Blanco: - Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, 'para convertir los corazones de los padres hacía los hijos', y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto». Zacarías replicó al ángel:


08:12
Rvrdo.: Don José Blanco: - «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada». Respondiendo el ángel le dijo:

«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno». El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.

Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo:

«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente».


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

09:30
Rvrdo.: Don José Blanco: - Sentados un momento, en estos días en que ya está tan cercano o tan cercana la Celebración del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. La Palabra de Dios, nos está haciendo ver que todo lo grande, todo lo extraordinario, que sucede en la historia de la humanidad. No es porque el hombre con sus solas fuerzas, con sus propias fuerzas pueda hacer esas cosas. Sino que es, el Espíritu de Dios que desde el comienzo de los tiempos ha ido guardando, caminando, ayudando, acompañando, en definitiva al pueblo.

10:25
Rvrdo.: Don José Blanco: - Para mostrarle su poder, para mostrarle su grandeza, para mostrarle pues el Amor de ese Dios para con la humanidad. Y así lo vemos en las dos Lecturas de Hoy, resulta que como en otras ocasiones de la Sagrada Escritura. Nos encontramos con dos situaciones muy paralelas, una de ellas el Nacimiento de Sansón, Antiguo Testamento. El Nacimiento de Sansón, es también la Obra de Dios ante una mujer estéril. Ya sabemos lo que en el pueblo judío en aquellos tiempos significaba que una mujer fuera ésteril.

11:13
Rvrdo.: Don José Blanco: - Por qué para ellos, la maternidad era, pues algo fundamental en sus vidas. Era la continuidad del pueblo, la procreación era algo querido por todo el pueblo. Bueno pues, la madre Sansón una mujer estéril, y por lo tanto pues eso marginada, excluida, pobre. Pobreza espiritual ante el pueblo, sin embargo la Obra del Espíritu, el Poder del Espíritu de Dios. Que de esa mujer estéril surja un Caudillo, cómo va a ser Sansón que como dice la Escritura liberará al pueblo de la opresión de los filisteos.

12:03
Rvrdo.: Don José Blanco: - Bueno, el segundo caso del Evangelio es también un caso parecido. Estamos hablando también de un matrimonio Zacarías e Isabel, donde ella tampoco tenía hijos dice por qué Isabel era estéril y los dos eran de edad avanzada. Buenos pues, vuelve Dios a fijarse en ellos para ofrecernos a Juan, a Juan el Bautista. Volvemos a lo mismo, la pobreza, la exclusión, la marginación. Fijaos que el Evangelio de hoy precisamente, termina diciendo estas palabras de Isabel.

12:54
Rvrdo.: Don José Blanco: - Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí, para quitar mí oprobio ante la gente. Si una mujer estéril era oprobio, era despreciada, ante la gente. Pero, pues Dios se fija en eso, se fija en la pobreza, en la marginación, en las personas excluidas de la sociedad. Para mostrarnos que la salvación y el poder vienen de Dios y no del hombre. Que es Dios el que está metido dentro de nuestra humanidad, dentro de nuestra historia humana, para ofrecernos la salvación.

13:37
Rvrdo.: Don José Blanco: - Y si seguimos con los paralelismos, nos vamos a encontrar con María que es estéril, por voluntad propia. Porque se ha querido Consagrar desde su infancia al Señor y es también estéril aunque por voluntad propia insisto. Y ahí es donde vuelve a fijarse Dios, en lo pobre, en lo marginal, en los excluidos. Ahí es donde Dios está fijando desde el principio de los tiempos, hablamos de Sansón muchos siglos antes de Cristo. Hablamos de Zacarías que nos trae al Precursor, a Juan, todos ellos nos hablan de liberación, también.

14:27
Rvrdo.: Don José Blanco: - Nos hablan, Sansón nos va a hablar o va a ser el libertador del oprobio, de la opresión de los filisteos. Juan va a ser el Precursor, el que nos viene a decir que llega el Libertador, que llega Jesucristo que es la Gran Liberación. Entonces tenemos que fijarnos en estas dos ideas, que Dios por la fuerza de su Espíritu nos va a ofrecer la salvación que es lo mismo que decir la liberación del pecado. Y la liberación de tantas opresiones y por otra parte que Dios se va a fijar en la pobreza, en la exclusión, en la marginación, en los despreciados de la sociedad.

15:18
Rvrdo.: Don José Blanco: - Entonces cuando nosotros ahora en la Celebración de estos días de Navidad, decimos vamos a practicar la solidaridad. Vamos a fijarnos en los más pobres, vamos a fijarnos en aquellos que no tienen lo suficiente para salir adelante en la vida. Es un invento nuestro, no, es algo que nos viene de la tradición. Y es algo que vemos, que es que Dios se ha fijado en ellos, nosotros también tenemos que fijarnos en ellos. Como los privilegiados de Dios, como aquellos a los que no podemos ignorar.

16:05
Rvrdo.: Don José Blanco: - En estos días de Navidad decimos vamos a acercarnos al pobre, al necesitado, ojalá lo hagamos todo el año, naturalmente. Pero de forma muy especial en estos días, donde ellos tienen que ser los privilegiados del Señor. Insisto no, porque nosotros nos parezca bien es que vemos que Dios lo ha hecho desde siempre. Porque nosotros seguidores de Cristo que nos habla también en ese famoso capítulo 25 de San Mateo, «cuando con uno de estos pequeños, lo hicisteis conmigo lo hicisteis».

16:42
Rvrdo.: Don José Blanco: - Si es que Jesucristo lógicamente, sigue, el Espíritu del Señor del Antiguo Testamento. Él inaugura los tiempos nuevos, él inaugura una nueva era, la Era de Cristo. El antes y el después, él es el que divide, digamos la historia de la humanidad en eso, en un antes y un después de Cristo. Pero él recoge todo lo que había sido tradición en el Antiguo Testamento y nos dice: «yo también quiero privilegiar a los más pobres a los más necesitados».

17:22
Rvrdo.: Don José Blanco: - Pues ahí está la Palabra de Dios, que se nos dirige en estos días, ya ante la inminencia del Nacimiento de Cristo. Que todo lo que Celebramos y todo lo que somos y la salvación que tenemos, nos ha venido no por nuestras obras, no por nuestros méritos, sino por el poder del Espíritu del Señor, el Poder del Espíritu de Dios que ha suscitado en el pueblo estos personajes que nos han traído la salvación. Y en segundo lugar que Dios se fija siempre en los pobres, en los necesitados, en los excluidos.

18:04
Rvrdo.: Don José Blanco: - Que nosotros también vivamos nuestra fe, abriéndonos a todos los hermanos y muy especialmente a los más pobres y a los más oprimidos. Pidamoselo así al Señor.

18:24
Rvrdo.: Don José Blanco:


Lectura del libro de los jueces 13, 2-7. 24-25a 1ª lectura: El nacimiento de Sansón fue anunciado por el ángel.

℣.  El Señor está cerca
llenos de la alegría
que nos da su venida
elevemos nuestra Oración
al Padre por nosotros
y por todos los hombres

18:41
PETICIONES:

Por la Santa Iglesia
para que el Señor
le ayude a descubrir y a vivir
la novedad de la Primera Navidad
en la espera
de su Venida Gloriosa.

℣.  Oremos
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los que buscan un lugar
en la vida y en la sociedad
para que cada hombre
tenga el derecho
y la posibilidad de realizar
la propia vocación
personal y social.

℣.  Oremos
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por la justicia, la paz
y la solidaridad
entre los pueblos
por encima de todo egoísmo
e interés particular
de raza, color,
religión o ideología.

℣.  Oremos
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los enfermos, sus familiares
y cuidadores para que el Señor
los colme de bendiciones
y les dé su paz.

℣.  Oremos
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por cuantos participamos
en esta Celebración Eucarística
para que llenos del espíritu
como María vayamos preparando
en nosotros y en el mundo
los caminos para la venida
del Señor.

℣.  Oremos
℟.  Te Rogamos Oyenos.

19:44
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Que tu gracias Señor
nos disponga
y nos acompañe siempre
así los que anhelamos vivamente

la avenida de Tu Hijo
a su llegada
encontraremos auxilio
para el tiempo presente

y para la vida futura
te lo pedimos
por Jesucristo Nuestro Señor

℟.  Amen.

20:53
Rvrdo.: Don José Blanco:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

21:36
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

21:51
Rvrdo.: Don José Blanco:

Señor mira con bondad
las ofrendas que presentamos
sobre tu altar
y consagra con tu poder
lo que nuestra humildad
te presenta
por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

22:06
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

22:16
Rvrdo.: Don José Blanco:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo

Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor nuestro
a quien todos los Profetas
anunciaron la Virgen espero

con inefable Amor de Madre
Juan lo proclamó ya próximo
y señaló después entre los hombres
el mismo Señor nos concede ahora

a prepararnos con alegría
al Misterio de su Nacimiento
para encontrarnos así
cuando llegue velando en oración

y cantando su alabanza
por eso con los Ángeles
y Arcángeles, Tronos
y Dominaciones

y con todos los coros
celestiales cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:

23:05
Rvrdo.: Don José Blanco:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

23:21
Rvrdo.: Don José Blanco:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean
para nosotros en Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándo gracias, te bendijo
lo partió y lo dio
a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

24:17
Rvrdo.: Don José Blanco:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

25:02
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

25:13
Rvrdo.: Don José Blanco:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

25:40
Rvrdo.: Don José Blanco:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia
a los miembros difuntos
de su familia ...a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles

y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

26:40
Rvrdo.: Don José Blanco:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

26:56
Rvrdo.: Don José Blanco: - Y ahora hermanos siendo conscientes también, de nuestra pobreza, de nuestra indigencia. Nos acercamos a Dios, para pedirle, para darle gracias, por todo lo que nos ha regalado, en la persona de Jesucristo. Vamos a hacerlo con las palabras que el propio Jesús nos enseñó :


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

27:48
Rvrdo.: Don José Blanco:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

28:10
Rvrdo.: Don José Blanco:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

28:30
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

28:49
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

29:17
Rvrdo.: Don José Blanco:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

29:42
MÚSICA de la BASÍLICA:

℣.  Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Nos traerá su resplandor,
nos traerá la luz la paz

Nos traerá su resplandor,
nos traerá la luz la paz

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

En el Señor confiare,
Él nos dará la salvación

En el Señor confiare,
Él nos dará la salvación

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Al mismo Dios recibiré,
en mi interior se sembrará

Al mismo Dios recibiré,
en mi interior se sembrará

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Lo prometió, lo cumplirá
El Dios de amor nos salvará

Lo prometió, lo cumplirá
El Dios de amor nos salvará

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

Levántate, que está llegando
El Señor viene ya

33:54
Rvrdo.: Don José Blanco:

Oremos
Dios todopoderoso
se propició con nosotros
y al darte gracias por los dones

recibidos haz que de tal modo
deseemos los que están por llegar
que recibamos con el corazón
purificado el Nacimiento admirable

de nuestro salvador
Él que vive y reina
por los siglos de los siglos

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros

℣.  podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor.


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SansónLos israelitas habían vuelto a adorar a Baal y Aserá y, por esto, Yahveh Elohim, Dios, los entregó en manos de los filisteos por 40 años. Un ángel de Yahveh se apareció a Manoa, de la tribu de Dan, en la ciudad de Zora, y a su mujer (Hatzlelponi), que era estéril. El ángel les predijo que su hijo liberaría a Israel de los filisteos.(Procedencia)

Zacarías (padre de Juan el Bautista)El Evangelio de Lucas dice que, mientras Zacarías se encontraba en el altar, se le apareció un ángel que le anunció que su esposa daría a luz a un hijo, al que debería llamar Juan, y que este hijo sería seguidor de Dios.(Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 1, 12-17 ». Biblia; traducción Reina-Valera (Wikisource).) Zacarías mencionó la avanzada edad de su mujer y le preguntó incrédulo al ángel por una señal que le garantizase la profecía. En respuesta, el ángel se identificó como Gabriel, y dijo que había sido enviado especialmente por Dios para hacer su anuncio, y añadió que a causa de su duda le dejó mudo hasta el día en que se cumpliera la profecía. En consecuencia, cuando salió del templo fue incapaz de decir su bendición a los feligreses que había en los patios exteriores del templo. (Procedencia)

El evangelio de LucasEl evangelio de Lucas aporta noticias que no aparecen en los demás evangelios, como por ejemplo acerca de los primeros años de la vida de Jesús. También contiene bastantes detalles sobre la predicación de Jesús en las regiones de Galilea, Samaria, Judea y Perea.

El Evangelio de Lucas, o Evangelio según san Lucas (en griego Κατά Λουκᾶν εὐαγγέλιον) es el tercero y más extenso de los cuatro evangelios canónicos del Nuevo Testamento bíblico. Relata la vida de Jesús de Nazaret, centrándose especialmente en su nacimiento, ministerio público, muerte y resurrección.


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